El inglés es una lengua de extraordinaria riqueza lingüística,
que debe sus orígenes a la diversidad de influencias que ha asimilado.
A lo largo de la historia, el idioma inglés ha adoptado palabras procedentes
de otros idiomas, fundamentalmente del anglosajón, pero también del latín,
nórdico antiguo y francés e incluso otras lenguas como griego, español,
etc.
En el siglo V, invasores anglos y sajones colonizaron las islas. ‘Old
English’ es el
término utilizado para referirse a la lengua hablada en dicho periodo,
llevada a Gran Bretaña por tribus germanas de anglos y sajones. Éstos
aportaron al idioma la mayor parte de las palabras de uso común, aunque
adoptaron también términos utilizados por los celtas que vivían en las
islas.
Los monjes que llegan a las islas desde Roma a finales del siglo VI dejan
su impronta en el idioma con un conjunto de palabras relacionadas con
la enseñanza, la cultura y la religión (minister, school...)
En el año 1066, los normandos guiados por Guillermo el Conquistador colonizan
las islas. El francés pasa a convertirse en el idioma dominante, en detrimento
del resto de los dialectos. Es en el siglo XIV cuando se consolida el
poder real y se fija Londres como capital del Estado. Muchas de las palabras
del inglés actual relacionadas con formas de gobierno (court, govern...)
o con la cocina (braise, mutton...) provienen del francés.
La consolidación de la monarquía facilita la unificación del lenguaje
y como consecuencia de la fusión del normando y los distintos dialectos
nace el inglés moderno, lengua germánica en sus raíces pero también con
un importante aporte latino. Durante los siglos XV y XVI el Renacimiento
trae un nuevo interés por el arte y la cultura y se incorporan al idioma
muchos términos procedentes del latín y el griego.
El inglés es una lengua viva y no ha dejado de evolucionar hasta nuestros
días. Constantemente nuevos términos se incorporan al idioma. La revolución
tecnológica, los adelantos científicos y el requerimiento de nuevos vocablos
hacen que el latín y el griego sigan teniendo validez como fuente de referencia.
Los flujos migratorios y la mezcla de culturas suponen también un aporte
de nuevas palabras que enriquecen cada vez más la lengua.
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